
A pocas horas de la canonización del Padre Alberto Hurtado Cruchaga, he escrito una reflexión que quiero compartir.
¿Qué importancia tiene para el país que Alberto Hurtado sea santo?
¿En lo personal, nos cambiará en algo la vida?
¿Qué efecto tendrá en la Iglesia Católica?
¿Se transformará el Padre Hurtado en un elemento más de la sociedad deconsumo o será realmente un elemento unificador frente a los problemas depobreza y desigualdad que hoy nos aquejan?
¿Cuál es la Buena Noticia de este 23 de octubre de 2005?
Creo que la santidad del Padre Hurtado es un signo para todos los chilenos, porque hay que recordar que él traspasó muchas barreras paraa coger a todos los afligidos, sin hacer distinción alguna. Además, se está reconociendo el valor trascendente de toda su obra y la fuerza de la consecuencia.
Por lo tanto, el Padre Hurtado puede ser catalizador de acciones que unifiquen la búsqueda de las soluciones para los problemas de desigualdades y pobreza existente en Chile.
Es evidente que para los que somos católicos, es muy importante que la Iglesia haya reconocido en Alberto Hurtado Cruchaga un modelo de vida a seguir.
Y, por supuesto que, celebraremos con emoción el reconocimiento al cristiano consecuente, al que puso énfasis en poner por obras la Palabra, siendo un auténtico contemplativo en la acción; al que se jugó por la justicia social y que mostró un profundo amor por la patria. Un digno hijo de San Ignacio, enamorado de Cristo.
Pero, este Padre Hurtado, al igual que ayer, hoy nos interpela y desafía en nuestro ser católico.
El ser cristiano no tiene sentido si no nos preocupamos por nuestro prójimo.
¿Y quién es nuestro prójimo hoy? ¿Quiénes son los que sufren hoy?
Los marginados por su pobreza, los separados, la madres solteras, los que piensan distinto, los que se equivocan y ...
Ojalá entendamos que "él nos marcó el camino" y nosotros debemos continuar con su tarea inconclusa y para ello es importante llevar a la práctica el Evangelio. Preguntarnos, ¿qué haría Cristo en mi lugar?
Es el tiempo de actuar, motivados por el mismo sentido de justicia que inspiró al nuevo santo chileno.
¡Qué desafío más hermoso! Tratar de cosntruir una sociedad más justa y donde todos tengamos algo que decir y hacer.
Como dice la canción: "Hoy es el tiempo de dar, a manos llenas, lo que se nos dió"