Punto de encuentro

En un tiempo donde no abundan los soñadores, ni tampoco los locos cuerdos que quieran desfacer entuertos en nuestro mundo, Punto de Encuentro, quiere ser una instancia de diálogo para ayudar en la construcción de una sociedad más humana. Recordando al Quijote, ojalá hayan más que tomen su lanza y escudo para recuperar nuestra capacidad de soñar y de tomar el riesgo de la aventura.

jueves, noviembre 30, 2006

Gael y Saramago dramatizan con la muerte en la Feria de Guadalajara


El novelista portugués José Saramago y el actor Gael García Bernal, hicieron una lectura a dos voces de la última novela del autor luso "Las intermitencias de la muerte", arrancando una fuerte ovación del público.

En el Teatro Diana de Guadalajara, capital de Jalisco (México), y dentro de los actos de la Feria Internacional del Libro (FIL), actor, literato y la violonchelista Jimena Giménez, que encarnaba a la muerte, presentaron la adaptación de "Las intermitencias de la muerte".

La nueva utopía de Saramago convertida en novela surgió hace tiempo, "cuando estaba leyendo "Los cuadernos de Malte Laurids Brigge", de Rainer María Rilke", una obra con páginas extraordinarias donde se describe la muerte del padre.

El escritor portugués llevó hace meses a la ficción una historia en la cual de repente la muerte dejaba de matar y mujeres y hombres tenían de repente la divina facultad de "vivir eternamente".

"Sería horroroso. Una vida eterna es una vejez eterna", confesaba Saramago, un literato con experiencia en el mundo del teatro pero que fue invitado por el propio Gael a esta actuación.
"Yo soy el que no debería estar aquí porque no soy actor ni hablo correctamente el castellano", declaró.

Saramago no concibió aquella ficción literaria como algo que pasaría alguna vez al teatro pero aceptó la invitación del actor mexicano, un asiduo lector de sus novelas, a salir juntos al escenario.

Un día antes de la presentación, el propio Saramago había explicado su particular y escéptica visión de la muerte ante la prensa.
"¿Para qué temerla? No la podemos posponer, no la podemos convencer de que nos deje tranquilos uno o dos años para que sigamos viviendo. Moriremos cuando tengamos que morir y se acabó", dijo el novelista.

"No me interesa la otra vida", agregó este ateo confeso, enemigo de las falsas democracias, crítico con la iglesia católica, con la falta de ética en la política y de dignidad en el ser humano.
El autor portugués señaló además que estaba orgulloso de haber escrito una obra con la que el lector ríe como en ningún libro suyo anterior sobre algo como la muerte, de la que nadie puede en puridad reír "porque ella tiene la última palabra".

Fuente: El periodista digital