EL LIBRO DE ENRIQUE CUETO SIERRA
En su prólogo Enrique dice:
Provocar. Eso es lo que me ha impulsado a publicar estas reflexiones cristalizadas en pensamientos. Provocar, no buscando crispaciones del ánimo, sino abrir preguntas, inquietar, incitar.
Porque la vida puede ser una navegación apasionante, que sin embargo solemos recorrer sólo por la costa, sin atrecernos mar adentro.
Se que aún en esas orillas se deencadenan a veces tempestades que sacuden y trastornan. Pero yo invoco aquí más el mundo interior, tanto el íntimo, personal, cuanto el interpersonal, el de los adentros propios y el de los adentros de aquellos con quienes intentamos comunicarnos.
"Despierte el alma dormida", decía Jorge Manrique, pensando en la muerte. ¿Y por qué no aplicar eso mismo en la vida, que también se viene "tan callando"? Silenciosa en las regiones profundas, no la descubrimos si no aplicamos el oido a la puerta del alma y no nos atrevemos con la llave en la cerradura.
Es parte del prólogo de su libro que pone ante nuestros ojos y ante neustra conciencia algunos de los códigos esenciales que franquean el acceso a la inteligencia de la vida. Códigos de nuestra naturaleza, de nuestra identidad, del intercambio creador con otros seres humanos. Desciframientos y respuestas que quizás desde hace mucho tiempo andamos buscando.
Continuará
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