JUAN EGENAU MOORE
En el Museo de Artes Visuales, ubicado en la Plaza Mulato Gil de Castro, se está presentando un retrospectiva de Juan Egenau, destacado escultor nacional (1927-1987), la que se denomina METAL VIVO y estará hasta el 6 de noviembre.
Juan Egenau quería dedicarse por completo al arte. Su familia reaccionó escandalizada frente a la decisión del futuro escultor de ingresar a la escuela de Bellas Artes, considerada en esa época un antro de perdición, según las propias palabras de Egenau.
La persistencia de esta idea obligó al artista a abandonar su hogar. En una carretela echó sus pertenencias. En las manos equilibraba un tela que recién había pintado.
Juan Egenau buscaba trasmitir sus inquietudes más intimas en cuanto a la existencia y trascendencia del ser humano
De personalidad introspectiva y contemplativa, Juan Egenau plasmó en sus obras un constante cuestionamiento del ser y su relación con la vida y con los otros. Lo hizo a través de blindajes, remaches y corazas, que cubren a los hombres en señal de defensa desde tiempos remotos.
Se desempeñó como profesor de la cátedra de escultura de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile entre los años 1978 a 1987. Su tema era la figura humana.
Su obra marcó en forma significativa el proceso de renovación de la escultura chilena no solo por haber introducido en el país la técnica del vaciado de aluminio “a la tierra”, sino también por la profunda impresión que causaron sus obras, creaciones de armoniosas líneas y minuciosa factura, que admirablemente logran conciliar la naturaleza de formas orgánicas, con el diseño humano de un mundo tecnológico y mecanizado.
El legado:
Al obtener el grado de Licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Chile en el año 1977. En su memoria de título el escultor decidió abordar el tema de su propio proceso creativo, el cual dividió en cuatro etapas que se relacionan a su percepción del mundo contemporáneo.
Sobre el mundo tecnológico dijo:
La gravitación del nuevo orden tecnológico creado por el hombre en torno a sí mismo, es tan evidente e inevitable como aquella que naturalmente sucede en el mundo natural. A pesar de sus deshumanizadas características y de su escasa intencionalidad espiritual, veo que el lenguaje de la máquina confrontado al anhelo de humanizar el entorno, nos lleva a pensar en una posible o imposible integración. Para mi existe una influencia de lo tecnológico en el arte que se representa más en símbolos visuales y táctiles que en su función práctica. Hay una corriente inversa de retorno al origen, cargada de experiencias humanizadas que podría alterar, en un futuro, las rígidas estructuras, logrando nivelar las tensiones generadas por las inadecuaciones que los separan. Hay un presagio de una definitiva conciliación. Obras significativas: "Ancestro nipón" y
"El estratega".
Sobre el Mundo Presente, dijo:
Hay un clima de amenaza y agresión que nos obliga a ser cautelosos. Veo un irracional comportamiento ético y moral del ser humano, una continua hostilidad, falsos símbolos y valores que orientan su destino, veo torcidas invocaciones que buscan justificar la alienación y violencia de sus actos. Ello genera en mi un sentimiento de rechazo. . Obras significativas: "Mi amor sometido" y "Mi amor aguerrido"
Los invito a ver algunas de sus obras
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