Punto de encuentro

En un tiempo donde no abundan los soñadores, ni tampoco los locos cuerdos que quieran desfacer entuertos en nuestro mundo, Punto de Encuentro, quiere ser una instancia de diálogo para ayudar en la construcción de una sociedad más humana. Recordando al Quijote, ojalá hayan más que tomen su lanza y escudo para recuperar nuestra capacidad de soñar y de tomar el riesgo de la aventura.

jueves, octubre 05, 2006

Exposición de Alfredo Echazarreta


Título "1"
Exposición Anatomía de un errante
Anatomía del errante
La pintura no se explica, no se comenta. Más que ningún otro arte es, antes que nada, sensación de cosas indecibles que se infiltran en los miembros del espectador. Hasta hacerle sentir un hormigueo en los dedos, como si pudiera tocar lo inmaterial; hasta hacerle respirar una atmósfera de olores desconocidos. Esto es lo que hace sentir la pintura de Alfredo Echazarreta. Pintura sensorial, pintura de mazas, de colores y trazos que no cuentan nada, pero que nos introducen en un mundo inaudito, que se ofrece y se oculta al mismo tiempo. Pintura que hace palpitar la sangre en las venas y que invade el cerebro como una embriaguez. Pero que al mismo tiempo, es una pintura-poema, aliando la palabra a la imagen misma del cuadro, como en la pintura china. Inscrito sobre la tela, el título de cada obra es una proposición de ensueño a partir de una temática universal: el viaje, el placer, la partida, la reunión, el errar y antes que nada el amor. Podemos encontrar de manera explícita o no, la mitología antigua, las grandes epopeyas, la poesía de Homero, de Ovidio o de Horacio. A partir de algunos elementos alusivos: la barca, el caballo, el pájaro, el árbol, el racimo de uva y, omnipresente, la mujer, como búsqueda y realización. A veces planea también una amenaza... ¿esos barcos nos llevan hacia el Hadés o al Paraíso? ¿Esos trazos dibujan horcas o cobijos?La ambición de esta pintura es también la de una pintura total, que integra y que resume la de sus predecesores, con la mirada nueva de un hombre de nuestro tiempo. Alusiones que podemos adivinar a la pintura española del Siglo de Oro (Velázquez), a la pintura veneciana del Renacimiento (Ticiano), a la del Romanticismo (Delacroix, Géricault), y a la de la modernidad, desde el fauvismo a la abstracción.La originalidad profunda de la obra de Alfredo Echazarreta viene de que une complejidad y simplicidad. Lo tiene de esta superposición de lo imaginario con lo real, de lo sensual y del sueño; de lo dicho con lo sentido, del paso permanente de una ribera a la otra. Pintura múltiple de múltiples identidades, que habla también del placer como de la inquietud, de la búsqueda como del descubrimiento, de la certidumbre como de la intranquilidad. Su errar es el de quién quiere abrazar el mundo. Y su Nuevo Mundo no se sitúa en ninguna ribera, pero sí en su más profundo anhelo de hombre.Acerquémonos. Entremos en esos colores hechos para vibrar juntos, para hacer surgir armonías desconocidas. Sigamos esas líneas que no dibujan pero que proponen. Dejémonos atrapar en esas construcciones sin plan ni perspectiva, pero que inventan la profundidad.La anatomía no acabará nunca el errar.
Philippe Limouzin-Lamothe
Presidente del Observatoire du Marché de l’Art
Alonso de Cordova 3105