Tres hombres admirables

Hace tiempo que no sabía de Nano Acevedo, a quien conocí en los memorables Festivales de la Patagonia, en Punta Arenas. He querido ofrecerles lo dicho por él acerca de estos tres personajes recientemente fallecidos, en la página de la Cueca chilena

Partieron en septiembre como barriletes de luz que se pierden tras la montaña, embebidos de su transparencia, colorido y vuelo.
No podía ser de otra manera.
Tal vez nunca fueron muy cercanos o acaso sus caminos se fundían en el amor a la patria, esa patria de veras, ajena al ruido y la zoncera.
Los tres caballeros de esta historia, derrocharon amor por las tradiciones.
Para uno el corazón vibrante de la cueca, esa sin artilugios ni decretos.
Para otro en la geometría enamorada del sudor, en el rigor del vuelo.
Para el tercero, la cultura tradicional, ese cofre maravillado y palpitante.
Fernando González Marabolí, Patricio Bunster y Fidel Sepúlveda, fueron tres hombres admirables. Su huella es ancha, honda vertiente de conocimiento.
Nuestro país, tuvo en los tres, la abnegación del estudioso y la rigurosidad del maestro. La naturaleza en su sabiduría, los recoge en tiempos cercanos, cuando la tarea concluía y dispuesta estaba la estancia en un plano superior para sus almas.
En nuestro corazón la palabra GRACIAS nunca tuvo semejante eco.
Su contribución al desarrollo de sus disciplinas fue invaluable, como su aporte al acerbo cultural de nuestro país.
Fernando González pasó por la tierra con una generosidad desusada, escribió cuecas que nunca registró y que entregaba sin más vueltas. Su estudio de nuestra danza sirvió de base a libros académicos. Recuerdo que en la década del setenta, el recordado folklorista Héctor Pavéz Casanova, estudiaba con él y lo llenaba de elogios.
Patricio Bunster, notable bailarín y coreógrafo, entrego el caudal de sus conocimientos a manos llenas. Sólido luchador social, innovador e incansable. Incursionó incluso en el cine. Por su labor docente y creativa recibió numerosas condecoraciones y premios dentro y fuera de Chile.
Fidel Sepúlveda, destacado investigador y catedrático, fue registrando con impresionante nitidez a lo largo de su vida, nuestro lenguaje, costumbres, y secretos de la cultura tradicional chilena. Charlista de fuste, de impecable retórica y vasto conocimiento.
Hoy en septiembre se alejan aún con el murmullo del organillo que regresa a casa. De la lluvia en Cobquecura. De la medianoche en la Vega y el corro de guapos que cantan la chilena. De la antología de los astros y la vindicación de la primavera.