Un recuerdo de Narciso Yepes
Hace nueve años que falleció Narciso Yepes y quiero invitarlos a los que tengan la posibilidad de escuhar en su casa alguna de sus interpretaciones más conocidas, como "El concierto de Aranjuez", lo hagan como un homenaje a este destacado maestro de la guitarra clásica.
Para los que no tiene esa posibilidad, los invito a escuchar, de Deutsche Gramophon: Hispana gitaro: Españoletas, un trozo de Gallarda, Canarios, y la fámosa "Asturias"
En 1964, Yepes desarrolla la guitarra de diez cuerdas, como él mismo señalaba "en la guitarra de diez cuerdas, ni cambia el timbre ni, en lo fundamental y trascendental, la técnica es distinta. Se trataba de superar la desigualdad resonancia, que es el defecto de la guitarra de seis cuerdas. Es como si un piano de pedales los tuviera de repente. En mi guitarra de diez cuerdsas se consiguen ligados impresionantes." Sin embargo, la guitarra de diez cuerdas no ha tenido mucho auge y en la actualidad apenas se usa.
Como guitarrista, Yepes destacaba, más que por su técnica, por su enorme sensibilidad al tocar y el precioso sonido que le extraía a la guitarra.
La película "Juegos prohíbidos", (1952) dirigida por René Clement no llevaba otra música más que la de la guitarra de Yepes variando un viejo tema castellano
Para los que no tiene esa posibilidad, los invito a escuchar, de Deutsche Gramophon: Hispana gitaro: Españoletas, un trozo de Gallarda, Canarios, y la fámosa "Asturias"
En 1964, Yepes desarrolla la guitarra de diez cuerdas, como él mismo señalaba "en la guitarra de diez cuerdas, ni cambia el timbre ni, en lo fundamental y trascendental, la técnica es distinta. Se trataba de superar la desigualdad resonancia, que es el defecto de la guitarra de seis cuerdas. Es como si un piano de pedales los tuviera de repente. En mi guitarra de diez cuerdsas se consiguen ligados impresionantes." Sin embargo, la guitarra de diez cuerdas no ha tenido mucho auge y en la actualidad apenas se usa.
Como guitarrista, Yepes destacaba, más que por su técnica, por su enorme sensibilidad al tocar y el precioso sonido que le extraía a la guitarra.
La película "Juegos prohíbidos", (1952) dirigida por René Clement no llevaba otra música más que la de la guitarra de Yepes variando un viejo tema castellano
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